¡Pobre chiquilla!
agosto 29, 2006 at 1:55 pm 2 comentarios
Leo en la prensa de hoy los comentarios efectuados por Natasha Kampusch, la niña que tenía 8 años cuando fue secuestrada y hace poco días fue liberada, no sin cierto estupor. Hay que reconocer que esos años que estuvo bajo el control de ese perturbado debieron ser realmente difíciles, sin saber a ciencia cierta lo que iba a ser de su vida, en que momento ese individuo podía cambiar de idea y eliminarla. Lo que debio pasar encerrada en esos escaso metros cuadrados, y en ese caso coincido con ella, debe quedar para ellas y para quienes desee que lo sepan. Pero en lo que no puedo darle razón, algunos me dirán que lo que digo es una aberración <por que sus palabras no pueden evaluarse justamente>, y lo digo por que afectan a más personas de las que nos podemos imaginar <todas aquellas que se encuentran bajo el poder de otro ya sea emocional, material, etc > es cuando dice: “Me he ahorrado un montón de cosas: no he empezado a fumar ni a beber y no he tenido amigos malos”. No cabe la menor duda que fumar y beber no es bueno, de hecho son actividades bastante perseguidas y últimamente bastante restringidas , pero ¿tener amigos? En sus palabras, obsesionada sin duda alguna por sus años de cautiverio <síndrome de Estocolmo, lo llaman>, no se da cuenta de que lo que se le privó no fue de tener amigos, sino de la opción o la elección de tenerlos. Cuando uno elige le salen algunas decisiones buenas y otras malas, pero la decisión es nuestra. Como también la facultad de equivocarnos es nuestra y solo nuestra. Los demás pueden ayudarnos a entender ciertos criterios para que podamos hacer una buena selección <padres, familiares, otros amigos> pero finalmente somos nosotros. Alguien bien preparado debería o debe hacerle ver que semejante individuo lo que le ha arrebatado ha sido su infancia, con todo lo que ella tiene. ¡Pobre chiquilla!
Entry filed under: denuncia, Indignación.
1.
betote | agosto 30, 2006 en 12:18 am
Ha pasado todos estos años en pausa. Ahora tendrá que retomar la vida poco a poco, y fumar y beber y hacerse las peores amistades del mundo. Porque si no, se quedará en ese zulo para siempre.
2.
sombraschinescas | agosto 30, 2006 en 1:57 pm
Tienes toda la razón. Eso es lo que debería hacer. Hay zulos que nos los imponen otros nos los imponemos nosotros mismos. ¿Cuál es peor? No lo sé.