Las multitudes -Pequeños poemas en prosa- Charles Baudelaire

Fco. Javier Prat Martínez

 

 

«Quien no sabe poblar su soledad, tampoco sabe estar solo en medio de una atareada muchedumbre»

 

Cuanta verdad encierran estas sencillas palabras. Al contrario de la idea que muchas personas tienen de la imagen de la soledad, que no es lo mismo que estar solo, no tiene por que tener un carácter negativo. Como bien dice Baudelaire, esa soledad se puede poblar o habitar. Nuestra soledad, la que nosotros elegimos, podemos llenarla de ideas y pensamientos, mediante la meditación, el estudio, la reflexión, de esa manera nuestra soledad, permitirá hacer de nosotros personas en la medida posible más juiciosas y reflexivas.

Al contrario de este pensamiento se contrapone el siguiente. ¿Acaso no es cierto que muchas veces nos hemos hallado entre grandes multitudes, donde nada de lo que se hacía o hablaba nos interesaba? En esas ocasiones es bueno saberse, o poderse, aislar de tanto bullicio para refugiarse en los pensamientos que habremos sabido cultivar en nuestros períodos de soledad. Como vemos tanto una idea como la otra van estrechamente unidas.

Sabremos estar solos en una muchedumbre si antes hemos sabido poblar bien nuestra soledad.